El olímpico Óscar Graña salva, por segunda vez, a una mujer de morir ahogada en aguas del Lérez

«Espero no tener que volver a enfrentarme a situaciones de estas porque son muy desagradables», dijo el laureado deportista y policía nacional

Por segunda vez en menos de dos años, el palista olímpico Óscar Graña salvó esta mañana a una mujer de morir ahogada en el río Lérez. El suceso se produjo pasadas las nueve de esta mañana cuando este conocido y multipremiado deportista, que es policía nacional en la Comisaría de Pontevedra, se entrenaba en el entorno del barrio de Monte Porreiro.

Se fijó entonces en un bulto que flotaba a duras penas en el agua. «Estaba chapoteando con los brazos y, acto seguido, se va para el fondo», relató el propio Graña. No lo dudó y se arrojó al río. «Me acuerdo que la enganché por los pelos de la cabeza y tiré para arriba», mientras que con el brazo que tenía libre comenzó a bracear hacia la orilla.

«No respondía. Estaba prácticamente inconsciente». Ya en la orilla, le realizó las maniobras de reanimación salvándole la vida. «Tenía mucha ropa encima y pesaba mucho» y las condiciones del río «eran bastante malas», añadió. 

Al igual que ocurrió tras su primer rescate en el Lérez, Óscar Graña no se considera un héroe. «Espero no tener que volver a enfrentarme a situaciones de estas porque son muy desagradables. En cuanto soy consciente de que es un cuerpo humano, la primera imagen que se me viene a la cabeza es la de la otra mujer. Es una imagen que tengo a día de hoy, la de una mujer abriendo la boca cogiendo agua y agonizando».

Se da la circunstancia de que los familiares de esta pontevedresa habían denunciado su desaparición a primera hora de la mañana en la Policía Local.